LOS VALORES COMIENZAN EN
LA CASA
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VALORES CÍVICOS PARA LA
CONVIVENCIA PACÍFICA Y DEMOCRÁTICA
Para poder lograr una convivencia pacífica y democrática, debemos respetar las normas y los valores que rigen una sociedad, un Estado y practicarlos en todos los ámbitos de la vida social.
Las normas se pueden clasificar:
Normas éticas.- Son mandados dictados por la cultura de la sociedad en la que se educó la persona, son pautas de comportamiento que deben ser respetados y seguridad. Cuando nuestro comportamiento no se ajusta a estas normas, lo consideramos inmoral.
Normas sociales.- Son mandatos o reglas de conducta que nacen de los usos, costumbre y tradiciones practicados en la convivencia social: saludos, reglas de vestir, intercambio de regalos, reglas de cortesía.etc. el incumplimiento de los usos sociales suele ser calificado de grosero o maleducado.
Normas jurídicas.- Son las que se expresan en leyes de carácter general y cumplimiento obligatorio en todo el territorio. Se fundan en la nación y en la justicia y se orientan a procurar el bien común. Las normas jurídicas son las reglas de conducta que emanan del estado y están expresadas en las leyes que forman el ordenamiento jurídico de la nación. Se diferencia de las anteriores porque el cumplimiento de las leyes es obligatorio y las que los infringen pueden ser sancionados
Los valores son principios que orientan el comportamiento de las personas en el grupo social donde vive, impulsa a hacer o no hacer ciertas conductas, permite su desarrollo personal y facilita la relación con otras personas bienestar.
Los valores cívicos son todos aquellos principios considerados de importancia por la sociedad, y que se espera que todo ciudadano practique y respete.
La importancia de los valores cívicos dependerá de la forma en que una sociedad se ha basado en ellos para desarrollarse, deberá tenerlos siempre presentes y continuamente fomentarlos en las nuevas generaciones, porque si no hace así la sociedad se encontrara con la perdida de muchos de aquellos valores que tanto costo introducir en la sociedad.
Los valores cívicos deben respetarse, de no ser así, se corre el peligro de llegar al desorden, al irrespeto de principios humanos, irrespeto a la ley, a la autoridad, etc., lo cual impedirá el desenvolvimiento normal de cualquier persona y sociedad.
VALORES QUE FACILITAN LA CONVIVENCIA
RESPETO
JUSTICIA
RESPONSABILIDAD
LIBERTAD
EMPATIA
SOLIDARIDAD
TOLERANCIA
LA PAZ
DIALOGO
OTROS
ACTITUDES O CONTRAVALORES QUE FACILITAN LA CONVIVENCIA
INTOLERANCIA
INDIVIDUALISMO
EGOISMO
INTRANSIGENCIA
VIOLENCIA
INDIFERENCIA
RESPETO.-
El respeto es el valor de aceptar a otros tal y como son, así no estemos de acuerdo con ellos.
El valor del respeto, es el valor de tratar a los demás bien, con educación y cordura sin importar quiénes sean, si nos caen bien o si no somos acordes a su personalidad y mentalidad.
Respetar es no querer imponer nuestras ideas y la manera en que somos a los demás para aceptarlos, es no tratar de que todos a nuestro alrededor sean iguales a nosotros para sentirnos bien.
Saber respetar a los demás es esencial, pues representa valorar y tolerar las diferencias y comprender que ellas nos hacen crecer.
El respeto es una de las acciones más importantes y primarias que los seres humanos pueden tener entre sí porque el mismo significa siempre valorar lo que al otro lo hace diferente a uno y tolerar esas diferencias en pos de vivir mejor en comunidad. El respeto puede aplicarse a diferentes grupos de la sociedad y variar en términos de sus características dependiendo de ello: el respeto por los niños y por la infancia supone su protección, el respeto por la libertad de expresión supone su defensa, el respeto por los ancianos supone su atención constante, etc.
La consideración a los demás, empieza por nosotros mismos. El valor del auto respeto puede ser algo que muchas veces damos por sentado, aunque no siempre lo ponemos en práctica. Cultivar un sentido de respeto hacia sí mismo comienza con reconocerse como un ser único y es necesario para desarrollar nuestro potencial y construir relaciones sanas. Alguien que tiene auto respeto y se trata con amor, será más tolerante con los demás.
Aceptarnos como somos quiere decir reconocer nuestras fortalezas, pero también nuestras debilidades, entendiendo que son parte de nosotros y nos ayudan a crecer. Debemos ver los errores que cometemos con amor y de manera responsable, evitando la autocrítica, si es muy dura, se puede distorsionar al grado de convertirse en conductas autodestructivas.
No es posible hablar de respeto sin hablar de los demás. Para tener una sana convivencia es necesario establecer límites de lo que podemos y no hacer y dónde comienzan los de los demás. El respeto es una forma de reconocimiento y de aprecio a las cualidades de otros, primero que nada, por su valor como personas y segundo, por su conocimiento, y experiencia. Ejercer este valor permite que la sociedad viva en paz, en una sana convivencia con base en normas e instituciones.
Asimismo, podemos referirnos a uno de los derechos que todos los seres humanos tienen: a ser valorados, queridos, cuidados, asistidos en situaciones de dificultad y protegidos. El respeto supone que todos debemos tolerar nuestras diferencias, nuestras posibles limitaciones o complicaciones, aquello que nos hace únicos e irremplazables. La importancia del respeto por el otro tendrá que ver entonces con la posibilidad de construir una mejor sociedad en la que la violencia, la agresión, la discriminación o el abuso no existan.
El mundo vive actualmente una situación muy difícil, debido a la escasa tolerancia que tenemos de nuestras diferencias, mismas que están extinguiéndonos poco a poco porque no hemos sido capaces de comprender que nuestra vida y el respeto hacia ella valen más que cualquier cosa material. La verdadera riqueza de nuestra sociedad está en realidad en la diversidad de culturas.
HONESTIDAD.-
Es una cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, y de acuerdo con los valores de verdad y justicia. En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas; en otros sentidos, la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los demás, y del sujeto consigo mismo
Dado que las intenciones se relacionan estrechamente con la justicia y se relacionan con los conceptos de "honestidad" y "deshonestidad", existe una confusión muy extendida acerca del verdadero sentido del término. Así, no siempre somos conscientes del grado de honestidad o deshonestidad de nuestros actos: el auto-engaño hace que perdamos la perspectiva con respecto a la honestidad de los propios actos, obviando todas aquellas visiones que pudieran alterar nuestra decisión.
En la filosofía occidental, Sócrates fue quien dedicó mayor esfuerzo al análisis del significado de la honestidad. Posteriormente, dicho concepto quedó incluido en la búsqueda de principios éticos generales que justificasen el comportamiento moral, como el Imperativo categórico de Kant o la teoría del consenso de Júrgen Habermas.
JUSTICIA.-
La justicia es un orden de convivencia humana que consiste en la igualdad de todos los miembros de la comunidad, tanto en la sumisión a las leyes entre ellos vigentes como en el reparto de los bienes comunes. Un acto justo consiste en dar a cada cual lo que le corresponde. Una persona es justa, cuando por libre determinación se dirige constantemente a dar a los otros lo suyo, es decir, lo que le corresponde. La justicia es el valor supremo de la vida de la comunidad. Sólo cuando una sociedad es justa tiene carácter de humana. Entonces todas las personas son tratadas por igual y cada una está en condiciones de lograr su perfección personal por obra solidaria de los demás.
Las sociedades contemporáneas después de un largo proceso de la historia y pese al avance del derecho, encontramos que todavía persisten formas injustas de ordenación social. El Perú a lo largo de la historia, el hombre ha luchado por la justicia y ha buscado organizar una sociedad solidaria y respetuosa de la dignidad de las personas. Pero muchas fuerzas se han opuesto con éxito a este propósito. Por eso está lejos todavía de ser realidad una comunidad peruana justa; sólo basta ver las diferencias que hay en la gente en cuanto a: sus ingresos económicos, vivienda, servicios, alimentación, asistencia médica, educación, etc.
La justicia consiste en dar a cada uno lo que es debido. Hay dos clases de justicia, según Aristóteles:
La justicia distributiva, que consiste en distribuir las ventajas y desventajas que corresponden a cada miembro de una sociedad, según su mérito.
La justicia conmutativa, que restaura la igualdad perdida, dañada o violada, a través de una retribución o reparación regulada por un contrato.
Lu justicia es la concepción que cada época y civilización tienen acerca del bien común. Es un valor determinado por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones.
Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas, un fundamento formal:
El fundamento cultural se basa en un consenso amplio en los individuos de una sociedad sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácticos de cómo deben organizarse las relaciones entre personas. Se supone que en toda sociedad humana, la mayoría de sus miembros tienen una concepción delo justo, y se considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción. El fundamento formal es el codificado formalmente en varias disposiciones escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que aparezcan en sus relaciones.
Un aspecto interesante de la organización de las sociedades es cómo se reparten los recursos disponibles, los bienes producidos y la riqueza disponible. En principio, en la mayoría de sociedades se han manejado dos conceptos parcialmente incompatibles sobre qué es una distribución justa de los bienes y la riqueza:
La justicia según la necesidad, sostiene aquellos que tienen mayores necesidades de un bien deben poseer asignaciones mayores. En general este criterio es preponderante al considerar la situación de personas enfermas o con discapacidades y también a segmentos de las sociedades con menos capacidad de procurarse bienes como los niños, los ancianos y los marginados. La justicia según el mérito, sostiene que aquellos que más contribuyen a la producción de bienes y riqueza deben tener también una mayor proporción de los mismos. Algunos partidarios del liberalismo sostienen que poner en riesgo el criterio anterior eliminaría un importante incentivo a la generación de riqueza y el trabajo contributivo.
Ya Marx en su Crítica al Programa de Gotha señaló el error de confundir ambos tipos de justicia. En la práctica en las sociedades modernas los dos criterios de justicia distributiva coexisten en la asignación de recursos, aplicándose con mayor o menor prioridad uno u otro según el caso concreto.
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RESPONSABILIDAD.-
Es la capacidad u obligación de responder por los actos propios y en algunos casos de los ajenos. La responsabilidad es una virtud moral que tiene un alto valor para lograr el buen funcionamiento de la vida en sociedad.
La responsabilidad determina que realicemos nuestros actos con plena conciencia de sus consecuencias, que estamos dispuestos asumir abiertamente. Todo ello significa de que orientamos nuestras acciones tomando en cuenta los afectos que ellas tienen para con nosotros mismos y especialmente para con los demás. La responsabilidad conduce a evitar acciones precipitadas o actos de simple ventaja personal. Por el contrario, ella nos hace meditar sobre las consecuencias de nuestros actos antes de realizarlos. Una familia en la que prime la responsabilidad, el servicio y las demás virtudes morales será una familia culta y desarrollada.
Existen varios significados de la palabra responsabilidad en castellano:
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Como la imputabilidad o posibilidad de ser considerado sujeto de una deuda u obligación al no ser ordenado y capaz de hacer algo esto se debe hacer al contrario (ejemplo: "Los conductores de vehículos automotores son responsables por los daños causados por sus máquinas").
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Como cargo, compromiso u obligación (ejemplo: "Mi responsabilidad en la presidencia será llevar a nuestro país a la prosperidad").
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Como sinónimo de causa (ejemplo, "una piedra fue la responsable de fracturarle el cráneo").
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Como la virtud de ser la causa de los propios actos, es decir, de ser libre (ejemplo: "No podemos atribuirle responsabilidad alguna a la piedra que mató al pobre hombre, pues se trata de un objeto inerte que cayó al suelo por azar").
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Como deber de asumir las consecuencias de nuestros actos.
Responsable es aquel que conscientemente es la causa directa o indirecta de un hecho y que, por lo tanto, es imputable por las consecuencias de ese hecho (es decir, una acumulación de significados previos de responsabilidad), termina por configurarse un significado complejo: el de responsabilidad como virtud por excelencia de los seres humanos libres. En la tradición kantiana, la responsabilidad es la virtud individual de concebir libre y conscientemente las máximas universalizadles de nuestra conducta. Para Hans Jonás, en cambio, la responsabilidad es una virtud social que se configura bajo la forma de un imperativo que, siguiendo formalmente al imperativo categórico kantiano, ordena: "obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra" Dicho imperativo se conoce como el "principio de responsabilidad".
La responsabilidad jurídica surge cuando el sujeto transgrede un deber de conducta señalado en una norma jurídica que, a diferencia de la norma moral, procede de un organismo externo al sujeto, principalmente el Estado, y es coercitiva. Son normas jurídicas porque establecen deberes de conducta impuestos al sujeto por un ente externo a él, la regla puede ser a través de prohibiciones o de normas imperativas. La responsabilidad es el complemento necesario de la libertad.
El efecto propio en las normas jurídicas es la reacción que el Derecho (o la sociedad toda) tiene respecto del sujeto que viola la norma jurídica, que se supone no es otra cosa que la manifestación del querer de todos. La sanción es la reacción que tiene la sociedad todo respecto de este incumplimiento.
Generalmente puede atribuirse a todo sujeto de derecho, tanto a las personas naturales como jurídicas, basta que el sujeto de derecho incumpla un deber de conducta señalado en el ordenamiento jurídico.
La responsabilidad moral es la imputación o calificación que recibe una persona por sus acciones desde el punto de vista de una teoría ética o de valores morales particulares. Se trata entonces de la responsabilidad que se relaciona con las acciones y su valor moral. Desde una ética consecuencialista, dicho valor será dependiente de las consecuencias de tales acciones Sea entonces al daño causado a un individuo, a un grupo o a la sociedad entera por las acciones o las no-acciones de otro individuo o grupo.
En una ética deontológica, en cambio, tales acciones tendrán un valor intrínseco, independiente de sus consecuencias. Desde esta perspectiva, es un sistema de principios y de juicios compartidos por los conceptos y las creencias culturales, religiosas y filosóficas, lo que determina si algunas acciones dadas son correctas o incorrectas.
Estos conceptos son generalizados y codificados a menudo por una cultura o un grupo, y sirven así para regular el comportamiento de sus miembros. De conformidad a tal codificación se le puede también llamar moralidad y el grupo puede depender de una amplia conformidad a tales códigos para su existencia duradera.
Desde el punto de vista de la organización social, la responsabilidad moral se diferencia de la responsabilidad jurídica por su carácter interno. La responsabilidad moral se refiere principalmente al carácter interno de las conductas (la conciencia o intención de quien ha actuado), sin importar aspectos externos como el hecho de que éstas hayan sido descubiertas o sancionadas. Por el contrario, los procesos jurídicos no son necesariamente procesos de intención (por ejemplo, la prescripción del delito de robo por el mero transcurso del tiempo puede invalidar la responsabilidad jurídica sin invalidar la responsabilidad moral).
La responsabilidad moral ocupa un lugar cada vez más importante en la opinión pública cuando la adjudicación de la responsabilidad jurídica a través de los tribunales es insuficiente para cerrar casos como son, por ejemplo, escándalos de corrupción ligados al ocultamiento de cifras en la contabilidad de empresas, derramamiento de petróleo en zonas naturales, financiamientos ilegales de campañas y escándalos de corrupción política.
El término aparece también en la discusión de temas como determinismo o libre albedrío, puesto que sin la libertad es difícil ser culpado por las propias acciones, y sin esta responsabilidad moral la naturaleza del castigo y la ética se convierten en una interrogante.
Se suele llamar responsabilidad social a la imputabilidad de una valoración positiva o negativa por el impacto que una decisión tiene en la sociedad. Puede referirse a la imputación de! perjuicio causado a un ente social o a la sociedad en su conjunto; o al compromiso supuestamente necesario de un agente social con su propia sociedad.
La responsabilidad social se diferencia de la responsabilidad jurídica por carecer de un proceso institucionalizado de adjudicación, es decir, no existen tribunales especializados en juzgar la responsabilidad social que no esté prevista en normas jurídicas. La responsabilidad social se diferencia también de la responsabilidad política porque no se limita a la valoración del ejercicio del poder a través de una autoridad estatal.
COMPROMISO.-
Es el valor moral por el cual asumimos identificación solidaria para el cumplimiento de los fines de la convivencia social. Toda sociedad para lograr su desarrollo tiene que superar una serie de problemas y dificultades que requieren el concurso de las personas. Estas se comprometen, ¡unto con las demás a trabajar y luchar para lograr el bienestar y desarrollo. Es el valor que se contrae y nos obliga moralmente a cumplir con nuestros semejantes.
Una vez comprometidos no podemos eludir nuestra responsabilidad ni nuestra participación. La relación entre libertad, responsabilidad y compromiso radica que todas son virtudes humanas y, por tanto, valores fundamentales de la persona humana, que contribuyen a que la persona cada vez sea más digna. Contribuyen en conjunto a que cada vez la convivencia de los seres sea más humana. Si todos tuviésemos un compromiso con nuestra sociedad, para ayudar a desarrollarla; actuaríamos con responsabilidad y obraríamos con plena libertad, el mundo sería mejor.
COMPROMISO SOCIAL-
Considera que es una cuestión de conciencia y responsabilidad social la sensibilización ante las desigualdades sociales que dificultan el desarrollo de las personas y la sociedad.
Se tiene como objetivo específico el participar en iniciativas que fomenten, ayuden o contribuyan a desarrollar un proyecto de carácter social. Esto se traduce en la colaboración con instituciones públicas, organismo y asociaciones sin ánimo de lucro que persiguen contribuir a la mejora del bienestar y calidad de vida de aquellos colectivos más desfavorecidos, vulnerables y necesitados.
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